5/7/10

Sueños

Al estar en el sueño de otro me pregunto si me disfrutan, como a un personaje fantástico y placentero de El jardín de las delicias o si por el contrario me huyen, como a la Sorpresa selvática que acecha a su presa, de Rousseau.
Dudo si me siguen, o me persiguen, o si se rinden, como a La libertad de Delacroix. 
Siento curiosidad de los cuidados que me profesan, como Sorolla, Saliendo del baño, observando de reojo lo que no se atreven  a mirar de frente y si después, gritan, como Munch, deseperadamente, al comprobar que sólo la posibilidad existe al posar los párpados, sin dejar que triunfe la muerte.

5 comentarios:

  1. Me ha encantado el recorrido que has hecho por los distintos estilos de pintores que describes.

    Y sobre los sueños, es un arte poético involuntario, luego entonces, si te encuentras en sueños de unos, eres la musa para esos y otros.

    Besitos.

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  2. Me encantaría ser la inspiración de alguien pero me temo que lo único que consigo es que miren las musarañas a través de sus sueños.
    No soy inspiradora, más bien distraidora, te gusta el nuevo palabro??

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  3. Los sueños forman parte de la vida de una persona, son resultado del libre albedrio de la mente, se almacenan y, salvo excepciones, no se recuerdan hasta que quieren salir del cajón donde se guardaron.
    Cuando alguien entra en los sueños de otra persona entra a formar parte de su vida. En mayor o menor medida condiciona su existencia. El soñador no manda en sus sueños, son libres.
    Te veo como el personaje fantástico, con vida propia. Eso sí, la vida que se sueña es sueño, seguramente no es la que quieres, ni tan siquiera la que desearía el soñador. La vida no es sueño. ¿No?
    Muchas veces me pregunto si al levantarme un dia comprobaré que la mayoría de mi vida ha sido un sueño y la realidad es otra, pero ese día no llega ni llegará. Tampoco estoy muy seguro si eso sería bueno.
    Como protagonista de la vida onírica de otro, actriz principal de sus ilusiones, te veo bien, muy bien, relajada, sensual, inteligente, desinhibida y totalmente cómplice del soñador. Tienes dos vidas paralelas, una real y otra virtual, en la mente de otra persona. ¡Que extraño resulta!
    En cambio, no veo igual al soñador. Está atado, como el elefante del cuento de Bucay, con los ojos cerrados, para no ver ni verse, como un niño cree que así nadie le ve. Sueña lo que no es capaz de vivir. Quizás sea un poco egoista, te quiere en su vida irreal y virtual para que hagas solo lo que él quiere, y mires por sus ojos cerrados. Pero no es capaz de tenerte de otra forma.
    De cualquier forma, esta situación te hace inmortal, rara sensación. Podemos eliminar al soñador, pero no a sus sueños. Podemos olvidar al soñador pero, ¿Seguirias viviendo en sus sueños?
    Y además, me pregunto; ¿Será el único?
    ¿Vives en más de un soñador?

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  4. Parece ser que sí, raro pero cierto, más de una persona me ha tenido en sus sueños. Me sorprendió, incluso puedo decir que me asustó la primera vez que lo escuché, sin embargo y tras la experiencia que esos soñadores me han ofrecido, elijo vivir en la vida de otro y no en sus sueños. Es más gratificante ser la protagonista de tu propia vida que de un sueño del que ni siquiera disfrutas. No crees??

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  5. Claro y diáfano. Es mejor vivir una experiencia que ser el protagonista del sueño de alguien.
    Esta claro, pero ¿Quien le pone limites a la fantasia?
    La verdad es que no me extraña que seas (o hayas sido, o serás) el sueño de varios soñadores.
    Del sueño a la realidad solo hay un paso; despertar.

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